Los árboles: Frágiles y verdes catedrales

Por Víctor J Falcón Borges

Los árboles son frágiles y verdes catedrales que se han formado en el transcurso de miles de años y necesitan de nuestro cuido y protección.

«Hay eso en la mirada de una flor que a veces puede controlar al más grande de los señores jactanciosos de la creación.

John Muir

Naturalista

Aunque solemos celebrar el día del árbol una vez al año, todos los días del año lo son, y la llegada de la primavera en el hemisferio norte los destaca por la aparición de su nuevo follaje y floración.

Hay muchas personas que están convencidas de que al cortar árboles y deforestar los bosques para ampliar las áreas de cultivo produciremos más alimentos, aunque en poco tiempo sucederá todo lo contrario.

La sequía que hoy aqueja el sur de Suramérica ha elevado las alarmas de la seguridad alimentaria mundial por su importancia como región agrícola y pecuaria.

Esta contradicción se explica por la devastación de bosques, unos 23 millones de hectáreas desde 1990 entre Argentina, Paraguay y Bolivia (GFW, Global Forest Watch), pues son los bosques y sus árboles quienes controlan el régimen climático y las lluvias, nos protegen de las sequías y de los subsiguientes incendios forestales.

Existe una gran diferencia entre acondicionar un terreno con escasa vegetación para convertirlo en un cultivo productivo, que acabar con porciones de bosques útiles para ese mismo fin.

Grandes áreas de bosques templados en el este de los Estados Unidos, Europa y China han sido taladas para la agricultura, aunque la tasa reciente de deforestación en Europa ha sido menor que en los trópicos; en la Amazonia y en el sureste de Asia, en muy pocos años, la devastación ha sido inclemente.

Tres tipos de bosques con tres tipos de intervención humana.

Existen tres tipos de bosques en el planeta con diferentes niveles de cuido o afectación:

  1. Los bosques boreales, ubicados en Eurasia, Canadá y Alaska, son el bioma terrestre más grande y se conocen como “taiga”.
  2. Los bosques templados existen en muchas regiones de la Tierra, en el este de Norteamérica, el noreste de Asia, Europa occidental y central, y partes de China.
  3. Los bosques tropicales se encuentran en las regiones ecuatoriales.

La capacidad de producción de oxígeno de los bosques boreales y templados es estacional siendo menor en los meses fríos. La franja de bosques tropicales, con más sol y más frondosidad de sus árboles, es el área más productora de oxígeno y la que más evapora agua, el efecto natural que moviliza el oxígeno en todo el planeta, lo cual muestra su importancia como pulmón ambiental.

La citada plataforma GFW señala que el planeta perdió más de 4.2 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios durante el 2020, de los cuales la Amazonia representa más de la mitad, 2,3 millones de hectáreas, 25% superior a la cifra de 2019.

Las selvas tropicales del Sureste Asiático sufren una de las mayores tasas de deforestación del planeta. Indonesia ha perdido la cuarta parte de su área boscosa en los últimos 25 años, usados para producir pulpa de papel y palma aceitera para biocombustibles.

Recursos que no se renuevan con facilidad.

Antoni Gaudí, inspirado en la naturaleza, incorporó columnas arbóreas en la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, España, cuya construcción sigue activa desde hace 130 años; los bosques y sus árboles son también catedrales que se han formado en el transcurso de miles de años.

Los árboles y bosques no se pueden recuperar rápidamente; las áreas deforestadas se vuelven más cálidas y secas y quedan expuestas a la acción el fuego y la erosión; no tienen por tanto la capacidad de reconstruirse por sí solos y necesitan de la intervención humana.

Hay programas mundiales de reforestación, aunque la FAO estima que entre 2000 y 2010 la tasa anual para aumentar la superficie forestal fue de 5 millones de hectáreas, en contraposición a los 13 millones de hectáreas de bosques que anualmente se convirtieron para otros usos o se perdieron por causas naturales.

Algunos países como China y EE. UU han incrementado sus áreas boscosas en años recientes.

Cuidar los árboles es protegernos nosotros.

Vivas en sitios áridos o boscosos, el oxígeno que respiras te lo proporcionan los árboles y bosques del planeta. Si no has contemplado la responsabilidad que tienes en su cuidado, piénsalo de nuevo, tu vida y salud están estrechamente vinculadas a la generosidad que le ofrecen los árboles.

Los árboles te proporcionan aire descontaminado, suelos para cultivar los alimentos, reservas de agua, climas benignos, biodiversidad de especies y animales que te acompañan y alimentan, riqueza forestal y un ambiente oxigenado para que puedas respirar.

Seguro que luego de tu reflexión siempre tendrás oportunidades para favorecer su cuido, la forma de proteger tu integridad personal, la de los tuyos y la de la naturaleza.

“De todas las obras de arte del hombre, una catedral es la más grande. Un vasto y majestuoso árbol es más grande que eso.«

Henry Ward Beecher

 

Escrito por

Víctor José Falcón Borges

El Don de la Energía

www.eldondelaenergia.com

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Del autor

Víctor José Falcón Borges

BChem, BEng (Chem), MEng (BioChem), MBA, AMIChemE

Soy Víctor José Falcón Borges, profesional de la química, ingeniería química y bioquímica y administración de empresas, docente de pre y posgrado, con experiencia en ciencias gerenciales y negocios, pero también un amante la naturaleza, la vida y la familia.

Por más de 40 años me he dedicado de forma sostenida a la consultoría gerencial, trabajando con empresas líderes, dando soporte a proyectos de relevancia y usando metodologías propias, con la convicción que la tecnología no es suficiente sin una buena gestión gerencial que alinee los recursos humanos y la conservación del medio ambiente que nos sostiene.

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