La Gobernanza, el empoderamiento del colectivo, la cuarta estrategia clave.
«Gobernanza, una instancia de regulación en el funcionamiento de la comunidad con factores no solo económicos sino también sociales y con actores no estatales.”
Si aplicamos cuatro estrategias para recuperar el deteriorado ambiente: 1)Asociarnos, 2)Reciprocidad, 3)Alineación colectiva y 4)Gobernanza, las cuales toman en cuenta e integran las leyes de la energía del universo, podremos resarcir su vibrante condición, la que nos proporciona vida y la seguridad que necesitamos.
La evolución de la conciencia de cada persona es necesaria para resolver la crisis climática que atravesamos, aunque por sí sola no es suficiente, ya que las soluciones requieren de recursos y del soporte que solo están al alcance de los Estados y sus instituciones.
Es por ello que asociarnos y alinearnos para lograr la reciprocidad que exige nuestra relación con el ambiente, precisa además que, mediante la intervención gubernamental de alcance global, se implementen las iniciativas humanas que requiere la sociedad.
Ya hay señales claras en la comunidad mundial de cómo se están tomando las primeras medidas clave para “movilizar la energía del colectivo humano” para atender sus problemas más importantes, entre ellos el ambiental, en la procura de un desarrollo sostenible.
El poder absoluto de líderes solitarios o de gobiernos populistas no ha producido los resultados esperados en el cuidado del ambiente, cediéndole espacios al poder empresarial y al poder ciudadano, tres poderes con cuotas de poder muy diferentes y no balanceadas, aunque todas entran en el juego en las decisiones: el poder empresarial controla la economía y la selección de las tecnologías; el poder del consumidor controla el funcionamiento del mercado y la selección de líderes; el poder político que reside en el Estado regula el funcionamiento de la sociedad y busca el beneficio colectivo.
La “Gobernanza” es la manera de gobernar para el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía.
Una sociedad que está despertando.
El movimiento que comenzó para combatir el gasto militar en la guerra de Vietnam, hizo relucir el interés por la búsqueda de inversiones éticas y se concreta en los 90’s cuando se lanza el “Dow Jones Sustainability Index” con criterios globales de sostenibilidad: una inversión responsable con el objetivo de lograr mayor rentabilidad y compromiso con la sociedad que debe cumplir con criterios ambientales, sociales y de gobernanza denominados ESG:
El factor ambiental (E) “Environment”, apunta hacia cómo afectan las actividades de las empresas al medio ambiente; el factor social (S) las actividades que inciden en la comunidad, como la diversidad, derechos humanos o disponibilidad de servicios básicos; y el factor gobernanza (G), el impacto de la transparencia de los accionistas y la administración de sus empresas sobre el ambiente.
La financiación verde es el instrumento para promover y controlar la razón de ser del desarrollo sostenible: inversiones en proyectos comprometidos con el ambiente que reduzcan las emisiones globales de carbono y la utilización de tecnologías de producción que incentiven la sostenibilidad medioambiental.
El concepto de Gobernanza se concreta con la creación de la Comisión de la Gobernanza Global, incorporada al sistema de Naciones Unidas en 1995; persigue reducir al máximo las intervenciones e interferencias del Estado y de los poderes públicos, una instancia de regulación no sólo económica, sino también social en el funcionamiento de la comunidad.
La Gobernanza en acción.
El ámbito de acción de la Gobernanza se expresa en regulaciones ambientales y sus certificaciones, actividad científica orientada hacia las necesidades de la sociedad; la salud, el empleo, la educación generalizada y la mejora de los procesos de selección de líderes.
Lo anterior contempla cambios de gran alcance en la sociedad, los cuales persiguen la accesibilidad generalizada a los servicios, la salud y la educación; al sistema tecnológico vinculado al desarrollo social de la humanidad y al cuidado del hábitat, la incorporación de la mayoría de la población humana al sistema productivo y el ejercicio del poder del consumidor como ente regulador.
Es el esfuerzo por desarrollar la conciencia crítica al ampliar el conocimiento y formación social de cada individuo, para que sea capaz de validar y autorizar el ingreso de una tecnología o regulación a su “propia casa” y le permita disfrutar del derecho de compartir sus beneficios.
Es el empoderamiento personal y comunitario que evite errores y produzca los cambios que necesitamos para revitalizar el ambiente cuando movilizamos los dos flujos de energía que dirigen al conglomerado humano, el tecnológico y la conciencia y comportamiento de la sociedad.
“La conciencia solo es posible a través del cambio; el cambio solo es posible a través del movimiento.»