22 de marzo
Día Mundial del Agua
Hasta hace poco se pensaba que el agua solo existía en el planeta Tierra y ahora sabemos que está dispersa en el Sistema Solar. Lo que sí es único es que la vida surgió por el agua, un evento trascendental.
«Olvidamos que el ciclo del agua y el de la vida son uno.”
Un planeta vital coloreado de azul por un compuesto químico excepcional, H2O, alojado en 97.5 % en los océanos, en 2.5% como agua dulce y usado solo en 1% por la población. El agua se involucra en todos los procesos de la vida por su característica especial, su integridad: no se descompone con facilidad, no se altera, no se destruye, solamente hace su trabajo y queda igualita. A altas presiones corta el acero, como vapor mueve ferrocarriles e inclusive se puede sobrecalentar más allá; disuelve muchas sustancias, las transporta y luego la podemos recuperar intacta.
* Como sólido posee la fuerza erosiva inmensa que talló la superficie terrestre durante las glaciaciones, no se sumerge pues flota y con su color blanco refleja la radiación solar para protegernos del exceso de calor.
* Como líquido fluye, y es el medio de transporte capaz de disolver muchas sustancias como nutrientes, los fluidos de la vida (savia, sangre…) y los gases como el oxígeno para que los peces respiren y el CO2 para que sea capturado en corales y conchas; arrastra sólidos y los redistribuye en el planeta.
* Como gas forma vapor con el que hemos propulsado la era industrial. Nivela las temperaturas de la atmósfera mundial, capturando el calor al evaporarse y desechándolo cuando se enfría.
La Agenda 2030 en su Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6 propone “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y saneamiento para todos”. El uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores para asegurar la sostenibilidad de la recolección y abastecimiento de agua dulce.
La vida existe gracias al agua, se originó en los océanos y cuando se trasladó a la superficie terrestre, inventó el huevo para encapsular el agua y darle continuidad al proceso exitoso de la vida; nuestros bebés se forman en el ambiente acuoso del útero materno. Somos como humanos la contraparte invertida de los peces, rodeados de agua mientras nosotros la llevamos por dentro (alrededor del 70% del peso corporal).
Descomponer un químico tan resistente le exigió a la naturaleza inventar la fotosíntesis en los árboles y utilizando agua, produce oxígeno para respirar y ancla el CO2 en su estructura; para que la savia circule por capilaridad venciendo la gravedad, el agua utiliza su tensión superficial.
Nos asentamos cerca de las fuentes de agua y la usamos para poder funcionar, logramos comida y salubridad e inventamos tecnologías variadas, aprovechando las caídas de agua para surtirnos de energía.
El otro sistema VIVO
La vida opera con agua, sin ella perecemos, de aquí a 2025 la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua. Solo disponemos de un 1% del agua de nuestro planeta acuoso, un químico que no es sustituible y necesitamos reciclar para volverlo a usar. Tecnologías para desalinizar el agua de mar o arrastrar icebergs para descongelarlos, son muy costosas, la infraestructura estándar que usamos requiere ser ampliada hacia regiones que no disponen de agua para su consumo.
La actividad humana ha contaminado y calentado las fuentes de agua, la atmósfera se ha cargado de gases invernadero que alteran al otro sistema vivo del planeta, “el clima”, controlado por el agua. Al modificar los regímenes estacionales de lluvia se afecta la agricultura, se producen inundaciones o sequías prolongadas, se originan vientos extremos e incendios recurrentes y, con el deshielo, el nivel de los océanos inunda zonas costeras.
Prioridades exigentes
Los retos están escritos en estadísticas preocupantes:
* 2200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura (OMS/UNICEF 2019).
* Los desastres naturales van en aumento, el 90% de ellos están relacionados con el agua (UNISDR, Oficina de reducción del riesgo de desastres).
* 4200 millones de personas carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura (WHO/UNICEF 2019).
* El 80% de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas, un control del reciclaje mínimo (UNESCO, 2017).
Usar el agua con racionalidad, disponer las aguas servidas para poderlas reciclar, conservar los bosques y fuentes de agua, reducir la contaminación del aire y del ambiente, desarrollar infraestructura para ampliar el suministro de agua, claves para frenar el cambio climático.
El agua sostiene y lleva consigo el secreto mismo de la vida y, por ende, de nuestra sobrevivencia como especie… hagamos que cada gota cuente.
“El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza.»
